5 consejos para mantener la bicicleta en períodos de inactividad

Si por cualquier motivo, ya sean las condiciones climáticas adversas, una lesión, la falta de tiempo o simplemente porque te apetece darle un descanso, vas a guardarla durante un tiempo, te interesa mantener la bicicleta de la mejor manera. De esta forma, te asegurarás de no encontrar ninguna sorpresa desagradable cuando vuelvas a utilizarla. ¿Pero no sabes por dónde empezar? Aquí te traemos nuestros consejos para cuidar y mantener tu bici en períodos de inactividad.

1. Evita la humedad a toda costa: principio básico para mantener la bicicleta

Ya sabemos que no siempre es posible guardar la bici en interior -aunque es lo recomendable-. Si este es tu caso y no puedes mantener la bicicleta a cubierto, te recomendamos protegerla a toda costa de la humedad y del sol  directo. Para ello puedes utilizar una lona protectora. Así te asegurarás de evitar que la humedad afecte a sus partes de metal y que el sol dañe la pintura y las gomas de tus neumáticos.

2. Limpia y engrasa en profundidad

Ya lo sabemos todos, pero la suciedad -barro, polvo, etc- es enemiga reconocida de nuestra bicicleta. Si no quieres que partes como la transmisión, la horquilla o el amortiguador estén oxidados cuando vuelvas a buscarla, conviene que antes de guardarla la dejes impoluta. Así, lo mejor que puedes hacer para mantener la bicicleta en buen estado es, después de limpiarla a fondo, dejar los frenos sangrados -si usas hidráulicos- y poner una capa de lubricante en las zonas correspondientes. 

También puedes, de vez en cuando, mover la horquilla y el amortiguador para redistribuir el aceite y evitar que el interior se reseque. 

3. Revisa la presión y mantén las ruedas infladas

Nuestra recomendación es que mantengáis las ruedas bien infladas, especialmente si son tubeless. La presión evitará que la carcasa del neumático se deforme y que el líquido sellante, en caso de ser tubeless, se apelmace y/o se acumule en la parte de abajo. En este caso, conviene además moverlas de vez en cuando e ir revisando. 

Si no te es posible revisarlas con asiduidad, te recomendamos que las guardes con más presión de la habitual para que así, al menos, tarden más en desinflarse.

4. Cuidado con los neumáticos

Es de especial importancia, sobre todo si no podemos guardar nuestra bici en interiores, qu tengamos mucho cuidado con los neumáticos. Ya no solo por la presión, sino por la exposición. En este sentido, como ya os comentábamos antes, es importante que los resguardemos bien del sol directo.  No queremos dejar nuestra bici aparcada en la terraza y que le dé el sol siempre en el mismo punto, porque entonces los daños en los neumáticos serán inevitables. Así que, como te decíamos, lo mejor es tapar la bici con una lona, asegurándote de que no le dé luz directa y por tanto no se estropee. 

5. Verifica antes de salir

Seguramente, cuando vuelvas a tus rutas, lo primero en lo que pensarás será en coger la bici y lanzarte a la aventura. Recuerda, sin embargo, que antes de salir, debes hacer algunas comprobaciones: confirma que la presión siga siendo correcta, que no haya partes oxidadas, que los tornillos, tuercas y pernos estén bien apretados, que la cadena esté tensada correctamente, etc.

En caso de tener tubeless, recuerda también revisar el estado del líquido sellante y confirmar que no se ha secado. Si este es el caso, tendrás que limpiarlo y cambiarlo. 

Conviene también que, antes de salir, limpies el polvo y la suciedad que haya podido generarse en el período de inactividad, sobre todo en la parte del sistema hidráulico y las pastillas. También que compruebes bien los frenos y acciones varias veces las manetas, para comprobar que todo está correcto. 

Siguiendo estos simples consejos, podrás mantener la bicicleta de forma fácil y garantizarás esté en condiciones óptimas cuando decidas volver a disfrutar de tus rutas. Un mantenimiento adecuado asegura una experiencia de ciclismo sin contratiempos. 

Si quieres leer más tips y consejos, ¡puedes leerlos en nuestros posts!